Antonio Ortega Escalona, nació en Vélez Málaga, (Málaga) en 1844 y falleció en Málaga el 8 de junio de 1918,1 conocido artísticamente como Juan Breva fue el más grande de los cantaores flamencos de Málaga.
Su nombre lo adoptó de su abuelo paterno que vendía frutas y atraía a los clientes cantando. Juan Breva fue un maestro y un innovador en todos los sentidos, desarrollo su propio estilo de flamenco, sus letras y acompañaba su canto tocando él mismo la guitarra. Fue el verdadero impulsor y creador de las Malagueñas y Verdiales, cantaba todos los palos, fandangos:-fandango verdial, fandango abandolao, fandanguillos, malagueñas-fandanguillos y malagueñas-, soleares, peteneras y guajiras. Su fama fue tal que cantó en el Palacio Real en presencia de los reyes de España Alfonso XII y Doña María Cristina y Alfonso XIII. Durante su estancia en la capital de Reino (Madrid), cantaba cada noche en tres espectáculos distintos, en el café el Imparcial, en el café el Barquillo y el teatro Príncipe Alfonso. Durante sus descansos en la capital malagueña actuaba en el café de Chinitas. Su fama y valía eran tan reconocidas, que en alguno de sus contratos establecía una cláusula de que debía ser pagado en oro y no en papel moneda; El rey Alfonso XII le llamaba a actuar en palacio, le colmó de regalos y le asignó una pensión vitalicia. A pesar de todo acabó su vida en la miseria aun que siguió cantando hasta el final de sus días. Así lo declara Fernando el de Triana: “Después, pasó lo que tenía que pasar, pues los dineros del sacristán, cantando se vienen, cantando se van”.
Mantuvo una gran amistad con el tenor Julián Gayarre. Federico García Lorca y Rubén Darío, poetas de gran renombre, escribieron versos inspirándose en él y su cante. Lamentablemente son muy escasas las grabaciones de su cante que han llegado hasta nosotros, y todas ya grabadas a edad avanzada. No obstante sus seguidores e imitadores de su estilo han sido muchos que han mantenido su arte en el recuerdo de los aficionados. En su localidad natal, e inaugurado en 1937, en el centro de la Plaza del Carmen, junto al teatro, se encuentra ubicado un monumento en bronce en su honor, obra del escultor Jaime Federico Pimentel.