Tertulia dedicada a la Saeta Flamenca

  • En el siglo XIX, Antonio Machado Álvarez definía las saetas como "cancioncillas que tienen por principal objeto traer a la memoria del pueblo, especialmente en los días del Jueves y Viernes Santos, algunos pasajes de la pasión y muerte de Jesucristo.

    Las saetas cantadas actualmente son las llamadas saetas flamencas, que supusieron una transformación producida a finales del siglo XIX, a partir de otras primitivas saetas, más cortas y sobrias de estilo, que aún se pueden oír en algunos pueblos andaluces. La saeta flamenca presenta dos variantes principales: la saeta por seguiriyas, que es la más extendida, llamada de este modo porque su carácter y modo musical recuerda a la seguiriya flamenca; la otra es la saeta carcelera, de carácter algo más alegre.

    La saeta se canta al paso de las imágenes de una procesión de Semana Santa, frecuentemente desde un balcón bajo. Al comenzar a oírse, y mientras los asistentes buscan el lugar de donde proviene la voz, el capataz del paso manda parar a la cuadrilla de costaleros. Las saetas son frecuentes al paso de las imágenes por su barrio, representan una combinación confusa de sentimiento, arte y devoción.

    Saetas primitivas

    Localidades andaluzas donde se siguen cultivando las denominadas saetas primitivas, que se diferencian entre sí por la entonación o musicalidad con la que se cantan:

    - Molederas de Marchena.
    - Samaritanas de Castro del Río.
    - Saetas cuarteleras de Puente Genil.
    - Saetas de santería de Lucena.
    - Saetas del prendimiento de Cabra.
    - Sátiras de Loja.
    - Conejeras de Ferigor.

    Fuera de Andalucía, en la ciudad extremeña de Cáceres se trabaja actualmente por recuperar la saeta primigenia propia de la localidad, denominada simplemente Saeta cacereña.

    Estructura de la saeta

    El texto de la saeta está compuesto por 4 o 5 versos octosílabos, y tiene siempre un significado religioso que alude a los hechos y a los personajes de la Pasión. Se canta en honor de las imágenes de los pasos que desfilan por las calles durante la Semana Santa.

    Saeteros

    El cante saetero está considerado un palo difícil del flamenco, entre otras cosas porque la voz del saetero no lleva acompañamiento alguno. En el proceso de la adopción de ritmos flamencos de la saeta intervinieron los grandes del cante flamenco, Manuel Centeno, al que se atribuye la autoría de la saeta por seguiriyas, Antonio Chacón, Manuel Torre, La Serrana, Medina El Viejo, La Niña de los Peines y Manuel Vallejo. Otra gran saetera ha sido la Niña de la Alfalfa. Entre sus principales artistas actuales destacan El Sacri o José de la Tomasa.